Los grandes lugares para trabajar – y quienes aspiran a serlo- han comprendido con claridad que lograr el bienestar laboral de los colaboradores es clave para obtener el mayor engagement de los empleados y alcanzar los mejores resultados.
Para ello, el punto de partida es saber cómo se sienten los colaboradores en el momento actual y con información dura relevante al respecto (mediante encuestas de clima organizacional, por ejemplo) tomar las acciones necesarias para incrementar los niveles de bienestar laboral en la empresa.
El bienestar laboral impacta directo en los resultados del negocio
Medir el clima laboral de forma sistemática es clave para conocer el grado de bienestar laboral de nuestra organización y tomar las decisiones correctas.
En muchas ocasiones, las empresas adjudican los bajos resultados de sus indicadores del negocio a factores externos como la economía –local y global- o a áreas particulares de la organización –ventas, por ejemplo-. Sin embargo, estos resultados también se ven influidos por el clima y el bienestar organizacional.
¿Por qué? Porque cuando los colaboradores se sienten motivados por su trabajo, lo hacen con mayor compromiso y eficacia. Y para que exista motivación, debe existir bienestar laboral. Sin lugar a dudas.
Para que el bienestar se manifieste, el rol de los líderes es fundamental. Como así también lo son, la capacitación de las personas, la comunicación abierta y la implementación de mejores prácticas que faciliten el desarrollo de los equipos y, así, llevar a cabo sus tareas eficazmente.
Esta es la manera en que las organizaciones y colaboradores se sienten bien haciendo lo que hacen, reflejándose positivamente en los indicadores del negocio.
La importancia de conocer la percepción de los colaboradores
Es clave que las empresas se midan para conocer sus niveles de rendimiento en los diferentes aspectos. Especialmente en contextos de crisis. Y no solo medirse a sí mismas, sino también hacer benchmark comparándose con empresas de su sector y de otras industrias, a nivel nacional e internacional.
Con esta información disponible, la organización puede saber dónde y cómo se posiciona su liderazgo, cuáles son las áreas fuertes y débiles e iniciar un proyecto de transformación.
Conocer lo que piensan los colaboradores acerca de la empresa es clave para la gestión empresarial ya que sus opiniones determinan cómo se sienten, cómo hacen su trabajo y, en consecuencia, el rumbo que toma la cultura organizacional.
Conocer el bienestar laboral mediante encuestas de clima
Conocer la percepción de los colaboradores es la forma de determinar el nivel de bienestar laboral. Una de las mejores formas de determinarlo es mediante mediciones de clima.
Las encuestas de clima también son útiles para conocer la efectividad de los líderes en su rol, si los objetivos organizacionales están claros y si se están tomando las acciones correctas, entre otros factores.
¿Qué es una encuesta de clima laboral?
Es un cuestionario donde los colaboradores responden anónimamente cuán satisfechos se sienten con la organización en relación a determinados parámetros: confianza, liderazgo, comunicación, otros.
Es una herramienta de gran utilidad para evaluar y analizar el estado actual de la empresa y sus miembros.
¿Para qué sirve una encuesta de clima laboral?
Se utiliza para conocer la situación de los colaboradores a nivel global y de grupos específicos (rango etario, sexo, antigüedad, jerarquía, etc.)
A partir de ella, se pueden tomar las medidas necesarias para mejorar el clima organizacional, atraer y retener talento e incrementar el engagement de los empleados, entre otras cosas.
Cómo convertir los resultados de la encuesta de clima en acciones de bienestar laboral
Los resultados de la encuesta de clima son mucho más que números fijos que nos dicen cómo estamos hoy. Son el disparador para la implementación de un plan de acción que mejore los niveles de bienestar laboral.
Estos son 4 pasos claves para aprovechar al máximo los resultados de una encuesta de clima laboral:
- Profundizar en los resultados obtenidos: analizar si el grado de participación ha sido homogéneo y representativo es clave para sacar conclusiones. Contemplado esto, es importante revisar las cosas que se están haciendo bien y cuáles se deben mejorar. La situación más difícil suele darse cuando se obtienen resultados intermedios y hay que profundizar el análisis para determinar por dónde debe empezar la mejora. A su vez, es importante analizar si estas fortalezas y/o deficiencias se identifican mayormente por género, jerarquía, antigüedad u otro.
- Comunicar los resultados: aunque hay empresas que dudan de ello, en Great Place to Work recomendamos ser lo más transparentes que se pueda en este punto para que las personas tengan la posibilidad de asumir sus responsabilidades y mejorar. Por supuesto, es importante analizar previamente cuán preparada está la organización para asumir los resultados que se van a trasladar. En el caso de las compañías con bajos índices de confianza o con bajos resultados, se recomienda comunicar los datos acompañados de un plan de acción de mejora.
- Desplegar los resultados: es muy importante planificar cuándo y cómo se enviarán los resultados. El objetivo es que cada responsable reciba los datos que necesita de forma ágil y comprensible (mediante Excel, por ejemplo) y ponga en marcha su plan de acción de mejora. Según nuestros estudios, los mejor es enviar los resultados tres o cuatro semanas después de recibirlos y, de no ser posible, no exceder las ocho semanas.
- Evaluar y estimular el progreso: los planes de acción necesitan ser medidos y darles seguimiento. Especialmente en el seguimiento reside la clave del éxito. Esta responsabilidad suele recaer en RRHH, pero es necesario también que los líderes de área asuman este rol, especialmente en los planes individuales.
Celebra los reconocimientos: si tu encuesta de clima decantó en la certificación Great Place to Work® o tu ingreso en el Ranking de los Mejores Lugares para Trabajar, eso amerita una celebración y es una ocasión para recordar que el logro es de todos.
En resumen
Escuchar y atender el sentir de los colaboradores es clave para el éxito organizacional. Es una forma concreta de que todas las partes se sientan satisfechas y den lo mejor de sí, obteniendo los mejores resultados.
Y no sólo escuchar, sino tomar acciones concretas a partir de esas opiniones que lleven a una superación de todos. ¿Para qué? Para seguir creciendo y volver a medir, para superar los niveles de bienestar y dar siempre lo mejor a los colaboradores.
En definitiva, se trata de un círculo virtuoso donde todos se benefician de un mejor clima y de grandes rendimientos.